jueves, 14 de enero de 2010

No vull creure-ho

«Pensamos que el fuego acompaña más que el cámping gas»
• Paz y Forner afirman que intentaron apagar las llamas con agua y una camiseta
• Los detenidos declaran a la jueza que ignoran por qué tomaron fotos del incendio
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ANNA LLUÍSGANDESA
«Sabíamos que nos iban a pillar.» Antonio Paz, que forma junto con Lorenzo Forner la pareja de acusados por haber causado presuntamente el incendio en Horta de Sant Joan que costó la vida a cinco bomberos, hizo esta confesión a la jueza de Gandesa. Tras tomarles declaración a ambos durante toda la jornada del viernes y hasta el sábado de madrugada, la jueza firmó el auto de ingreso de los detenidos en prisión provisional sin fianza ante la existencia de «indicios más que suficientes» para presumir que el incendio había sido provocado de forma intencionada.Según su relato, que consta en el sumario y al que ha tenido acceso a este diario, aquel 20 de julio Paz y Forner llegaron a primera hora de la tarde a Horta de Sant Joan (Terra Alta). Dejaron el coche en la carretera, cerca de una gasolinera donde compraron un cámping gas. Desde ahí fueron caminando hasta la masía conocida como Mas Pixantó. Aunque no tenían intención de quedarse a dormir, se había hecho tarde y decidieron encender un fuego para calentar la cena.¿Por qué hicieron una fogata si tenían un cámping gas? «Pensamos que el fuego hace un poco más compañía y no observamos peligro porque al principio no hacía ni una gota de aire», explicó Forner a la jueza.DUDAS DE LA FISCALÍA / Por no observar, según confesó, no observó ni la pila de 4.000 kilos de leña cercana al lugar donde prendieron la hoguera: «No me fijé en la leña, solo en el bosque». Sin embargo, para la fiscalía, el hecho de que esa compacta pila de leña prendiera tan intensamente resulta sospechoso, por lo que no descarta que le prendieran fuego de forma intencionada. Paz mantuvo que el incendio se desató «por una ráfaga de viento que hizo que en cinco segundos el fuego se fuera arriba. Era una locura intentar apagarlo», dijo sobre la virulencia con que prendieron las llamas en el entorno. Aun así, declaró que intentaron sofocarlo «con agua y una camiseta».También Forner destacó los esfuerzos de ambos para apagar la hoguera, aunque no coincidió en la forma de esos intentos, y aludió al miedo que sintieron al comprobar cómo prendía el monte. «Fue el viento, como la mano del diablo», dijo de forma descriptiva. «No nos dio tiempo a nada», añadió Paz.Sin embargo, este joven sí tuvo tiempo para tomar fotografías. «¿Por qué las hizo?», le preguntó la jueza. «No lo sé», contestó, lacónico. Tampoco dijo saberlo Forner, que afirmó que eso fue idea de Paz y repitió que fue su compañero quien las tomó, aunque es el propio Paz la persona que sale en la imagen publicada ayer por este diario. EXÁMENES EN VALENCIA / Se marcharon del lugar, dijo Forner, a los cinco o diez minutos. A él no le funcionaba el móvil, pero su compañero sí habló durante el trayecto de huida con su abuela. «Corrimos y primero no llamamos para avisar por miedo, pero ya desde la masía sí lo hicimos», explicó. En su huida, afirmó, se cruzaron con un hombre y un niño, que les acompañó hasta su vehículo.Y regresaron a casa. Lorenzo no vio la noticia por la televisión –«no veo la tele», dijo en su declaración– pero reconoció: «Estaba cagado de miedo, y más como futuro brigadista [bombero forestal de refuerzo]». Y es que el 4 de noviembre del 2009, tres meses y medio después del trágico incendio de Horta, Forner superó las pruebas como jefe de unidad de las Brigades Rurals d’Emergència en Valencia.Tras esa noche, seis meses de silencio. Paz reconoció haber alcanzado un acuerdo con Forner: «Habíamos pactado no decir nada, pero sabíamos que tarde o temprano nos iban a pillar». Ese presentimiento de Paz se acrecentó con la llamada que el 7 de agosto poco después de las ocho de la tarde le hicieron los Mossos d’Esquadra. El agente le interrogó en relación a la llamada de aviso al 112 que hizo a las 21.17 del 20 de julio. Sus preguntas obtuvieron respuestas inconcretas y nerviosas del joven, que admitió que estuvo en la zona próxima al incendio de Els Ports y que vio el fuego «a lo lejos».

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